lunes, 26 de diciembre de 2011

Con Z de Gómez



Se llama José Luís Gómez, y se sentará en la silla de unTraductor. No sé si me gusta, si no me gusta, si esperaba más, o menos, o si esperaba una mujer, pero el actor ocupará la Z.

No es el primer actor que lo hace, acordémonos de Fernando Fernán Gómez, pero sí el primero que no ha escrito nada. Él es actor y director, e interpreta, pero no de nuestra forma, no se vayan a pensar.

Lo propusieron tres académicos, el escritor Francisco Nieva, el filósofo Emilio Lledó y el periodista Juan Luis Cebrián, y su nombre se alzó ante otros propuestos como el del filólogo Andrés Amorós, o el abogado Santiago Muñoz Machado, o el economista José B. Terceiro, o mis propias cábalas en femenino.

Pero veamos lo que nos dará, que un servidor está expectante. Sabemos que estudió Arte dramático en Westfalia, y luego en París, y luego en Nueva York. Y que codirigió con Núria Espert y Ramón Tamayo el Centro Dramático Nacional de 1979 a 1981, cuando se puso al frente del Teatro Nacional, hasta 1984.

Además, tanto como actor y director ha cosechado un montón de éxitos. De hecho creo que es de los pocos académicos que mi abuela reconoce por la tele y yo lo vi hace bien poco en Los abrazos rotos.

Eso sí, me gustaría saber qué le gustaría hacer a Gómez, sentado en la silla de Francisco Ayala, dentro de la Academia. Qué ideas tiene, qué opina de los últimos cambios en el DRAE y si, como muchos entre los que yo me incluyo, cree que el DRAE se está convirtiendo en un diccionario de uso, a la altura del Moliner o del Martínez Seco.

Algo parecido le rondaba al ABC cuando le pregunta lo siguiente:

¿Qué aportará José Luis Gómez a la escena de la Real Academia? «Yo creo que una defensa de la oralidad, un alegato en favor de la lengua en acción en los escenarios españoles. Hay que tener en cuenta que a nuestra lengua, el español, y al teatro de la sociedad española no siempre se les otorga la categoría que realmente tienen. Es mucho más fácil que se interesen por una obra en polaco, en checo y, por supuesto, en inglés o en francés en los escenarios internacionales que en español. Atención. Y hay otro asunto. La extraordinario extensión demográfica del español no trae consigo necesariamente un alto prestigio como lengua de cultura. Tenemos que luchar por eso».

Tengo ganas de leer su discurso de entrada. A ver si me hago con él y se lo pongo por aquí.

Mientras tanto, sigo reivindicando la “e” y la “n” para alguna mujer, porque la RAE no contemplará toda la riqueza del español hasta que las mujeres no estén representadas en sus butacas.

Muchas suerte al actor.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Bon Nadal a Toch!

Dios ha nacido, feliz Navidad

Señoras, miren que yo no soy de repetir cosas, pero es que sólo en Valencia pasan ciertas cosas una y otra vez. Sepan ustedes que la Comunidad Valenciana es una región bilingüe catalán-español, pero que, grosso modo, politiqueos varios han hecho que mi abuela,  en favor de una supuesta escisión lingüística total, sus ojos y sus manos, como un árbol carnal, dé a los cirujanos.

Y el resultado de eso es una amalgama divertida de sin-sentidos y actitudes circenses que se traducen, en esencia, en dos entidades reguladoras. Hoy vengo a hablarles de la oficial, de la


que es el único organismo competente según el Estatuto de Autonomía de la Comunitat cuyas funciones son:


Determinar la normativa oficial del valenciano en todos sus aspectos
Fijar, a solicitud de la Generalitat, las formas lingüísticamente correctas de la toponimia y la onomástica oficial de la Comunidad Valenciana, para su aprobación oficial
Emitir y difundir informes o dictámenes y realizar los estudios sobre la normativa y la onomástica oficial valenciana, ya sea a iniciativa propia o a requerimiento de las Instituciones Públicas de la Comunidad Valenciana
Velar por el uso normalizado del valenciano y defender su denominación y entidad.
Informar sobre la adecuación a la normativa lingüística de la AVL de los textos producidos por las Instituciones Públicas o que requieran la aprobación oficial, así como de la producción audiovisual de la Comunidad Valenciana
Elaborar y elevar al Consejo de la Generalidad y a las Cortes Valencianas una Memoria Anual en la cual, además de exponer sus actividades durante el ejercicio, se recogen las observaciones y consejos pertinentes para el uso normal del valenciano en cualquiera de sus manifestaciones


Las decisiones de la AVL son oficiales y consecuentemente tienen que ser respetadas por las instituciones públicas: la Universidad, la Administracón, los medios y entidades de financianción pública... Todos.

Y en cuanto a la naturaleza de la lengua, la AVL dice que “el valenciano, idioma histórico y propio de la Comunidad Valenciana, forma parte del sistema lingüístico que los correspondientes Estatutos de autonomía de los territorios hispánicos de la antigua Corona de Aragón reconocen como lengua propia.”. Es decir, que hablamos catalán.

Y luego está la otra, la Real Acadèmia de Cultura Valenciana, seguidora fiel de les Normes del Puig (de las cuales ya les hablo en otra ocasión y nos echamos unas risas) y baluarte del valencianismo más absoluto. De hecho tal es el valencianismo que la muy institución nos felicita las fiestas en castellano, obvio, y con un niño Jesús del todo aconfesional, a juego con nuestro Estado.




Poco puedo decir, salvo Feliz Navidad. Bon Nadal.


domingo, 18 de diciembre de 2011

Cuando la traducción es el original

Nos dicen que la traducción depende del original. Sin original no hay traducción. Somos fieles al texto original y, especialmente en traducción audiovisual, el subtitulo queda subordinado a la imagen, y hablamos de traducción subordinada.

Pero, ¿qué pasa cuando la traducción es el texto origen?

Vean esto.




Y ahora les explicaré un poco de qué va la historia.

Citizens Against Government Waste (CAGW) es una organización estadounidense que se encarga de hacer el mal. Bueno, en verdad eso no es muy cierto del todo. Supuestamente la misión de CAGW es “eliminar el despilfarro, la mala administración y la ineficacia del gobierno americano”. Y lo hacen a través del miedo, como con el vídeo que acaban de ver.

La traducción es ideología. Siempre. Y detrás de cada palabra hay algo más.

El subtitulado impregna al vídeo de un halo de objetividad. Nos fiamos del subtítulo porque no conocemos el idioma y confiamos ciegamente en el traductor. Pero en este caso no hay traducción sino que, a todas luces, primero se construyeron los subtítulos y, de ahí, la imagen. Y de repente hemos caído en la trampa.

De las narrativas de la traducción habla mucho, y bien, Mona Baker en este libro. Y tampoco es tan caro, eh.

Ahora miren este vídeo:





¿Cuál es el texto origen y cuál la traducción? Porque de lo que ahí se deduce es que hay dos originales, los subtítulos, y una sola traducción para ambos, en chino.

Lo papeles a veces se invierten y es ahí cuando la traducción ya no es ese colador invisible entre dos culturas, sino que se convierte en un arma más de una lucha ideológica.

Con eso les dejo

La autocensura y lo obsceno



La poesía no es de nenazas, y si no díganselo a grandes poetas de nuestro tiempo como Antonio Gala. Y no se crean que esto es de un tiempo a esta parte eh, nada que ver. Y si no miren la historia del poema que les traigo:

Pedicabo ego vos et irrumabo,
Aureli pathice et cinaede Furi,
qui me ex versiculis meis putastis,
quod sunt molliculi, parum pudicum.
Nam castum esse decet pium poetam
ipsum, versiculos nihil necesse est;
qui tum denique habent salem ac leporem,
si sunt molliculi ac parum pudici,
et quod pruriat incitare possunt,
non dico pueris, sed his pilosis
qui duros nequeunt movere lumbos.
Vos, quod milia multa basiorum
legistis, male me marem putatis?
Pedicabo ego vos et irrumabo.

Se habrán dado cuenta de que el poema está en latín, efectivamente. Déjenme que les cuente cosas del mismo, y luego les paso la traducción y la disfrutan.

El poeta en cuestión es Cayo Valerio Catulo, y el poema estuvo sin traducir durante más de 20 siglos. ¿Que por qué? Pues porque era demasiado obsceno. Por eso. Nada más.

El poeta está enfadado por las críticas de Aurelio y Furio, que dicen que Catulo es así como de muy marcado carácter homosexual. Y Catulo, enamorado de la, y cito, “dama muy bella y licenciosa, Clodia” -casada, para más inri, y con el gobernador de Galia- pues escribe el endecasílabo que les pongo a continuación.

El primer verso, sólo para abrirles bocas, se traduce como: “Os daré por el culo y me la chuparéis, maricón Aurelius y sodomita Furius”. Con dos cojones. Eso sí, a parte de Clodia, a la que llama Lesbia en sus poemas, Catulo estaba liado con un señor de nombre Juventio. No voy a decir nada.

El poema es tan fuerte que no se tradujo al inglés hasta entrado el siglo XX.

Disfruten.

I'll sodomize and clintonize you,
oral Aurelius and anal Furius,
who have supposed me to be immodest, on account of my verses, 
because these are rather voluptuous and not very modest. 
For the sacred poet ought to be chaste himself, 
his verses need not be so;
which, in the end, only have wit and charm
if they are rather voluptuous and not very modest,
and are able to stimulate desire,
and I don't mean in boys, but in these hairy men
who cannot move their stiff thighs.
Just because you read about many thousands of kisses,
do you think I am not a real man?


P.S.: Me dice mi amiga Elisabeth, editora, traductora, intérprete, bilingüe, y mejor persona que lo deberíamos poner en español, una traducción así ad hoc. Si alguien se anima, yo le pongo la traducción por aquí. Si no, pues a ver si me animo en otro rato y lo hago yo.

------------UPDATE-----------------------

Y me comenta David que efectivamente hay (al menos) dos traducciones buenas una de Juan Manuel Rodríguez Tobal (en Hiperión) y otra de Juan Antonio González Iglesias (en Cátedra). Muchas gracias por el apunte, y ya de paso les recomiendo su blog, Malapartiana, que yo ya me lo he puesto en el reader.

domingo, 24 de julio de 2011

Las Muertes del mes de julio


Carmina murió en julio, y yo todavía recuerdo qué estaba haciendo en ese momento: estaba en casa de mi tía leyendo el último libro de Harry Potter. Recuerdo el shock de Carmina, divina de la muerte, abandonando el mundo de excesos en que vivía, dejando atrás al Chuli, al Pai y al Cabra, a lavarse los pies con Coca-Cola y a las largas vacaciones en Marrakesh.

Lo mismo ha pasado con el profesor Newmark, que falleció el día 12 de este mes, discúlpenme si no les he escrito antes.

Yo ya escribí sobre Newmark hace tiempos, y ya entonces les comentaba que Newmark no dejaba indiferente a nadie.

Porque nos gustara más, o nos gustara menos, Newmark fue, en el mundo anglohablante, una de las figuras principales en los Estudios de Traducción, con publicaciones míticas como A Textbook of Translation (1988), Paragraphs on Translation (1989) o About Translation (1991).

Lo que más me gustaba de Newmark era que disfrutaba debatiendo puntos de vista diferentes. El señor tenía unas ideas bastante conservadoras en cuanto a nuestra disciplina, pero aun así le encantaba discutir y debatirlo todo. Y eso es bien.

De hecho puede que incluso en sus afirmaciones se mostrara más tajante de lo académicamente aceptable por eso mismo, para incitar el debate.

Peter Newmark ha muerto en Guilford, con los suyos. El 17 de octubre se ofrecerá una misa pública en su honor.

Descanse en paz.

Re-belle ha muerto. Viva re-belle

Esta mañana he escrito un post en el que, así como brevemente, les decía que nada es para siempre, y les daba las gracias y esas cosas.

Pero me he dado cuenta de que no quiero dejar Re-belle, de que me gusta la traducción, aunque no traduzca; de que me gusta la interpretación, aunque no interprete; y de que me gusta escribir por aquí, aunque ni traduzca, ni interprete, ni investigue, ni escriba.

Es muy difícil escribir sobre esto cuando no tengo contacto diario con el mundo trad. Pero voy a intentarlo otra vez.

No lo dejo.

Eso sí, el vídeo de despedida que les iba a poner, se lo dejo.

 
Aún tengo cosas que contar.


jueves, 21 de abril de 2011

Sobre la interpretación policial

El doctor Juan Miguel Ortega es como mi gran descubrimiento de la temporada, oigan. Se lo prometo. Por si no lo saben, el doctor Ortega Herráez es traductor e intérprete policial y trabaja también para la Universidad de Alicante, y acaba de publicar un libro que estoy ansioso de comprar y echarle un ojo.

Hasta ahora yo de él sabía que su tesis era genial, sobre todo con ese índice tan claro que nos ha hecho la vida tan tan fácil para la comunicación que presentamos en Alcalá. Lo que no sabía es que mola: tanto él mismo como lo que hace. Otro día ya les cuento estas cosas, así con la calma, porque hoy vengo a hablarles de una de las comunicaciones que hizo en el congreso; pero vamos, que no puede ser más simpático y no puede combinar ese majismo mejor con su faceta profesional.

Pero a lo que vamos.

No sé si saben que hoy en día pueden hacerse denuncias por teléfono y por internet (alegría), y en siete combinaciones lingüísticas, además.

La cosa es que tanto en uno como en otro caso los denunciantes han de pasar por comisaría para ratificar en persona esa denuncia. Firmarla y tal. Con esto de la firma digital y esas cosas es posible que dentro de poco podamos denunciar por internet sin necesidad de presenciarnos en ningún sitio, pero para las hechas por teléfono, pues como que es impepinable esto de ir y firmar, oigan.

Eso sí, y hablando del teléfono, digo yo, quien atiende esas denuncias telefónicas, ¿es personal perteneciente a la policía? ¿Son civiles cuya profesión es la de intérpretes? ¿Se habían planteado esto alguna vez?

La realidad supera a la ficción como casi siempre, vaya, porque la respuesta es que ninguno de los dos: son teleoperadores que, siendo civiles, tienen acceso al sistema de redacción de denuncias de la policía.





Con dos cojones.






Con dos cojones, no ya porque no sé hasta qué punto la confidencialidad queda respaldada y hasta qué punto civiles como ustedes o como yo deberíamos poder entrar en tales sistemas informáticos, sino por el procedimiento en sí, que es como muy divertido y tal.

Fíjense que las denuncias telefónicas se redactan en español directamente, porque nuestros teleoperadores pueden hacer una traducción interiorizada mientras hablan con nosotros por teléfono. La policía, claro está, recibe las denuncias en idioma español. De modo que el denunciante llega a comisaría y le ponen un papel delante, que se supone que es su denuncia, y le dicen: ale, firme. ¿Y qué hacen las gentes? Pues firmar a ciegas una denuncia que no saben si se corresponden con lo que ellos quieren denunciar.

No me malinterpreten, que yo no desconfío en la calidad del servicio de denuncias interlingüísticas telefónicas, simplemente me parece bastante feo que los denunciantes no puedan tener acceso a una traducción a vista de lo que denuncian, ¿no?

Y no puede haber traducción a vista si no hay intérpretes en plantilla en comisaría, cosa que no hay siempre. Porque yo me pregunto, ¿no puede haber un sistema de videoconferencia con comisarías que sí tengan intérpretes para que pueda haber una traducción a vista?

Y me sigo preguntando: ¿cómo es que los traductores e intérpretes que trabajan en plantilla para la policía no tienen acceso al sistema on-line de denuncias ni a, digamos, una intranet desde la cual poder trabajar desde casa. ¿Por qué?

¿No podrían intérpretes de otras comisarías hacer ese trabajo a través de videoconferencia? ¿Estamos ante un uso poco eficaz de los traductores en plantilla de nuestro españolísimo estado? Lo digo, y lo dice el doctor Ortega Herráez, porque con esa asistencia remota se podría ahorrar parte de los 4.5 millones de euros que se invierten anualmente en subcontrata de servicios lingüísticos en combinaciones usuales entre los traductores en plantilla.

No sé. Hay veces que no entiendo nada.

Caso Begum

Caso Begum. Court of Appeal (Criminal Division) April 22, 1985. Appeal number 6187/8/87.

Les acabo de contar que Reino Unido tiene un registro público de intérpretes, y que es una gozada, oigan, y que en España nos encantaría tener algo así, y que ese registro es fruto de un esfuerzo personal de Ann Corsellis, de la que les tengo que hablar otro rato por la sesión de clausura del congreso de Alcalá, y de otras cosas varias.

Lo que no les he dicho es cómo es eso de que Reino Unido tiene ese registro.

Yo no sabía nada de nada, hasta que vino el mismísimo Gascón Jurado a Alcalá y yo me quedé muerto en la bañera con el secador en la mano.

Corrían los años 80 por tierras inglesas. Una mujer pakistaní, Igbar Begum, vivía un infierno de vida con un marido que la maltrataba día sí y día también. Un día, la mujer puso fin a todo ello y descansó. Descansó ella, y descansó él.

Obviamente la mujer fue acusada y llevada a prisión hasta que un juez dijera algo. Como la señora no hablaba inglés le pusieron un intérprete para todo el procedimiento judicial. Un intérprete, para los legos, no es una máquina, aunque de vez en cuando, sobre todo si hacemos caso al resto de actores del proceso judicial, pueda parecer que sí. Pues bien, el intérprete no hablaba el dialecto de la señora, y nadie se dio cuenta. Además el buenhombre era contable de profesión, con lo que ya me dirán ustedes cómo fue el juicio en cuestión...

La señora, cual perrito, iba y venía sin saber qué estaba pasando y, claro, aceptó condena y se declaró culpable sin saber ni qué, ni cómo, ni cuándo, ni por qué.

Para el tiempo en que las gentes se dieron cuenta, la señora estaba en la cárcel. Todo el procedimiento tuvo que repetirse de nuevo, esta vez con un intérprete que hablaba su mismo dialecto, y Begum, en 1985, fue absuelta.

Demasiado tarde, digo yo, porque su familia ya la había repudiado y Begum recuperó la honra para quitarse la vida.
Y yo me pregunto, ¿vamos a esperar a ese extremo para hacer lo mismo en España?

IV Congreso Internacional sobre TeI en Servicios Públicos

Queridos, queridas. Yo les ruego me perdonen, pero es que no hay forma de encontrar un huequillo para escribirles pausadamente. Además, la motivación viene y va, para qué les voy a engañar. Supongo que todos los que tienen un blog me entenderán en estos momentos.

Hoy vengo a hablarles de un congreso en que estuve la semana pasada: en IV Congreso internacional sobre TeI en los Servicios Públicos (en la Universidad de Alcalá de Henares). Resulta que desde el Piticli 2011 tanto a Marta como a un servidor pues como que nos había quedado la cosica de hacer algo más así como de la traducción, y a raíz de la doctora Borja, que es un sol de mujer, pudimos participar y realizar una comunicación en el congreso.

La verdad es que estuvo genial, y, durante tres días, pudimos asistir a comunicaciones y sesiones plenarias muy interesantes todas. Nuestra comunicación, que tuvo lugar el jueves después de comer, versó sobre el proyecto del grupo Gentt del que ya les he venido hablando otros días. De todos modos yo se lo esbozo nuevamente, que no pasa nada:

Ustedes sabrán que, gracias al trabajo personal de Ann Corsellis, el Reino Unido cuenta a día de hoy con un registro público de intérpretes judiciales. ¿Y en España?, dirán ustedes. Pues en España nada de nada, oiga: ni para traductores ni para intérpretes, ni para toreros. Lo mismo da.

Además cada CCAA hace un poco lo que le viene en gana: hay traductores judiciales que trabajan como funcionarios de grupo 1, otros no, hay traductores judiciales que tienen un fax en la oficina, otros que tienen que bajar a Penales para mandar uno (-vivido en carnes propias-). Vamos, un desorden de esos que para qué contar.

Encima los traductores judiciales, que se ve que su trabajo es fácil, reinventan la rueda una y otra vez porque, aunque sus textos son mucho más fácilmente sistematizables, aquí nadie guarda nada, ni reutiliza, ni aprovecha.

Claro, con la experiencia estos traductores se convierten en superhombres pero ¿y el que llega nuevo?

La comunicación que presentamos pretendía, y pretende, atajar ese problema y unos cuantos más tanto con la creación de un censo de traductores judiciales como con el desarrollo de una herramienta electrónica de gestión de la información en la que se incluya, además de un corpus de géneros judiciales, glosarios fraseológicos y terminológicos, plantillas, macroestructuras textuales, contextualizaciones del género en cuestión, y mucho más, no se vayan a creer.

Creo, y esto es una opinión personal, que la comunicación salió bien. Yo al menos quedé contento. Y además nos interpretaron al inglés, oigan, e incluso tuve la oportunidad de charlar con la chica que jugó con mis palabras en lengua inglesa. Todo un honor.

Y el congreso en general, fantástico. Carmen Valero, su organizadora, genial en todo momento; y un grupo de ponentes y asistentes dispuestos a compartir experiencias e ideas con nosotros. Próximamente les contamos más cosas, como las comunicaciones que nos parecieron más importante o la gente que conocimos por allá.

Y sí, lo que ven en la imagen es el logo de la Universidad de Alcalá. Y si, ven un ovni flanqueado por dos cisnes. No seré yo el que diga algo.

viernes, 1 de abril de 2011

Anecdotario

Echando mano de mi perfecto dominio del inglés, me callé. Robert Benchley (1889 - 1945)

Hay veces que es mejor decirle que sí al cliente, aunque se empeñe en la palabra "autosuicidarse"

miércoles, 30 de marzo de 2011

Otro tipo de traducción

Hoy les contaré un secreto. Cuando tenía 17 años, e incluso ya bien entrados los 18, que yo soy de enero, nunca tuve muy claro aquello de estudiar traducción. No. Para nada. A mí me gustaba la química, a mí me gustaba la biología. Aunque lo que me gustaba a mí eran mis profesoras de química y biología: Julia Patiño y María Alfonso. Las dos. Las amaba. Me enseñaron tanto que me faltarán blogs enteros para agradecérselo.

Consecuentemente yo iba a ser un hombre de ciencias, aunque no tenía muy claro qué tipo de ciencias, si les soy sincero.

Hoy vengo a hablarles de otro tipo de traducción, la del ADN, porque me apetece rememorar mi época de instituto. Al fin y al cabo es éste un blog de traducción, y de traducción vengo a hablarles. Por favor no crean que este post va a ser exhaustivo ni mucho menos, que mi memoria no da para tanto. Más bien va a ser un pequeño cuentecillo, vaya.

Partiremos de esta frase: “Nosotros somos nuestras proteínas.”

Y es que el ADN, fíjense por dónde, no es más que un recetario de las proteínas de nuestro cuerpo. El gen guarda la información, por ejemplo, del color de nuestros ojos; pero la que parte la pana y la que se come el marrón es la proteína, no se dejen engañar.

Bien, pues las instrucciones de montaje de cada una de nuestras proteínas está escrita en un lenguaje especial formado por desoxiribonucleótidos. Pongamos, pues, que el ADN habla catalán occidental, ea. El problema que se le presenta a la célula es que el señor encargado de hacer proteínas, el señor ribosoma, no entiende ese idioma; con lo que la segunda profesión más antigua del mundo, la nuestra, se pone en funcionamiento hasta a niveles celulares.

La formación de la proteína final se hace en dos fases:


[Representar elementos fonéticos, fonológicos, léxicos o morfológicos de una lengua o dialecto mediante un sistema de escritura] RAE dixit

La cosa es que el señor ribosoma sólo habla francés, y mire usted por dónde la célula no cuenta con intérpretes cualificados que hagan la combinación catalán occidental-francés. Así que lo que se hace es un pequeño relay, como en la interpretación de conferencias, ni más ni menos.

Del idioma de los desoxiribonucleótidos, el del ADN, la información se transcribe a otro dialecto, en este caso el catalán oriental o el idioma del ARN, el de los ribonucleótidos. El nombre de este primer traductor, si les insteresa, es ARN-polimerasa.

Feliz como una almeja, las instrucciones de montaje ya están en catalán oriental y, tachán tachán, la célula sí cuenta con intérpretes cualificados en esa combinación lingüística.


[Expresar en una lengua lo que está escrito o se ha expresado antes en otra] RAE dixit

Bien, pues la cadena de ARN, es decir, la transcripción de las instrucciones de montaje de nuestra proteína, llega a manos del señor ribosoma, que, afortunadamente para nosotros, sí trabaja con la combinación lingüística que tenemos entre las manos. Raudo y veloz, nuestro ribosoma se encargará de pasar la información del lenguaje del ARN, el de los ribonucleótidos, o catalán oriental; al lenguaje de las proteínas, el de los aminoácidos o, en nuestro caso, el francés.

Y proteína hecha, vaya. Así de sencillo.

La ARN-polimerasa, como cualquier traductor, también se equivoca, no se vayan a pensar. De hecho comete un pequeño error de transcripción cada 107 palabras (desoxiribonucleótidos) que traduce. Pero no se vaya a preocupar, que la ARN-polimerasa, profesional donde las haya, siempre revisa su trabajo antes de entregárselo al señor ribosoma, faltaría más.

Bien, veamos ejemplos, que eso mola.

Ejemplo de transcipción:

5' TCCCGGTCC 3'
3' AGGGCCUGG 5'

Como ven es el mismo idioma, las mismas letras (casi). Simplemente cambiamos de dialecto.

Ejemplo de traducción:

Les adjunto el diccionario, que esto es más complidado



3' TGAGCCTTA 5'

se convierte en:

AGG =Arginina
GCC = Alanina
UGG= Triptófano

Y poco más que le pueda yo decir, hasta aquí mi incursión en el mundo de la biología celular. Espero que lo hayan disfrutado. Y si he cometido algún error, ruego me perdonen, oigan, que yo estoy hace literalmente cinco años que ni pensaba en esto. Y me ha hecho ilusión.

Amparo Hurtado

He de decir, porque hoy empiezo así, a las bravas, que Amparo Hurtado es una persona que ocupa mi mente así como muy frecuentemente. Yo les seré sincero, pero es que desde el día en que, en primero de carrera, nos tuvimos que leer El libro gordo de la Hurtado, le tengo una gran admiración, y eso que ni la conozco.

La doctora Hurtado me fascina porque se dedica a las tres facetas de la Traducción: es traductóloga, es traductora y es docente. Entenderán que Hurtado duerma, como mucho, una hora y media al día, para qué más...

Hurtado estudió Filología Moderna en la Universidad de Valencia, donde presentó su tesina sobre “Literatura e ideología”. Más tarde se fue a la Universidad de París VIII a hacer un máster en sociología de la literatura. Como ven, Hurtado tenía una clara vocación filológica, Dior nos libre (jk). Todo se hubiera quedado en esas de no ser porque, en 1978, el primer centro de formación de traductores e intérpretes de España, la Escuela Universitaria de Traductores e Intérpretes de la Universitat Autònoma de Barcelona, la fichó como profesora de traducción francés-español.

En ese momento la orientación de la doctora Hurtado cambió por completo, gracias a Dior, ahora sí. Lo que pasó fue que, dando clase de traducción, se dio cuenta de que no era tan sencillo y de que surgían problemas aquí y allá derivados de la didáctica de la traducción. Así que, ni corta ni perezosa, se puso el mundo por montera y marchó a la ESIT a hacer un doctorado en Ciencias de la Interpretación y de la Traducción, donde presentó su tesis doctoral en 1986 sobre la noción de fidelidad en traducción.

De esa estancia se deduce, digo yo, la importancia del sentido en los trabajos teóricos de Hurtado; y es que cuando trabajas mano a mano con Lederer o con Seleskovitch algo se te tiene que pegar, oigan. Sobre todo si es la mismísima Selekovitch la que te dirige la tesis. De hecho Hurtado es la cabeza española de la teoría interpretativa, y por ello le aplaudo.

Cabeza del grupo PACTE desde 1997, los estudios sobre competencia traductora de Hurtado (et al, seamos justos) sorprenden a propios y a ajenos; y es que el modelo de competencia que propone PACTE en 2003 aporta, en mi opinión, la mejor clasificación de La Competencia, así, en mayúsculas, de todos los tiempos.

Destaca igualmente su interés en el diseño de objetivos de aprendizaje y en la búsqueda de un marco metodológico en didáctica de traducción que llene esos vacíos que todavía existen en las materias relacionadas en la formación de traductores e intérpretes: la enseñanza de lengua extranjera para traductores, la iniciación a la traducción, la traducción entre lenguas maternas, la traducción especializada (técnica, jurídica, literaria y audiovisual) y la interpretación.

Y por último, aquí donde la ven, Amparo Hurtado formó parte de esa Comisión de sabios que implantó la titulación de TeI en mi querida uji, con gentes como Rosa Agost, Justine Brehm, Pilar Civera, Frederic Chaume, Silvia Gamero, Amparo Jiménez, Isabel García, Josep Marco, M. Masiá y Josep Verdegal.

Entenderán ustedes que yo tenga a semejante monstruo de la traducción en bien alta estima. Además, es que me la veo cual hormiguilla, trabajando poco a poco, sin darle importancia a lo que hace, sintiéndose nada más -y nada menos- que una mera facilitadora más en la formación de traductores.

Y bien, como sujeto que ha estudiando la titulación que Hurtado ayudó a implantar he de decir que efectivamente, la Comisión de sabios de la que hablaba arriba cumplió su papel, y con creces. No pude hacer mejor elección que la de unirme a mi querida uji.

miércoles, 9 de marzo de 2011

El impacto de la educación no formal en TeI: un estudio empírico






Como les prometí, aquí vengo a justificarles el impacto positivo de la educación no formal en mi formación como traductor. Esto viene de este otro post, no se vayan a creer. Basándome en el concepto de competencia traductora que propone el grupo PACTE, intento explicárselo punto por punto.

1) Competencia lingüística en las dos lenguas
    1. competencia gramatical (vocabulario, formación de palabras, estructuración de oraciones, semántica, pronunciación y ortografía)
    2. competecia textual (dominio de combinación de formas lingüísticas para elaborar un texto escrito, atendiendo también a criterios de coherencia y cohesión)
    3. competencia ilocutiva, relacionada con las funciones del lenguaje
    4. competencia sociolingüística, relacionada con la producción y comprensión apropiados en diversos contextos sociolingüísticos (estatus de los participantes, convenciones de la interacción)

En cinco años he participado en multitud de eventos en los que la única lengua vehicular era el inglés, las 24 horas del día, expuesto a decenas de acentos no nativos diferentes. He redactado tantos proyectos que no les puedo dar un número, y los he traducido al inglés y al catalán. He hecho corrección textual de publicaciones de AEGEE (Key to Europe, por ejemplo). Usaba las palabras empower, foster y enhance antes de saber cómo se decían en español. Y ahora, como vicechairman, redacto toda la documentación de los eventos estatutarios, estoy familiarizado con los estatutos, trabajo con ellos y los comprendo (están en inglés y en francés, oigan; y jurídico, para más señas) y soy capaz de dirigir sesiones plenarias en los que el registro (modo, tono y tenor) no tiene nada que ver con el del inglés que utilizo cuando he dado una charla o he participado en un taller. ¿Competencia lingüística? Creo que sí.

2) Competencia extralingüística
    1. conocimientos sobre la traducción
    2. conocimientos biculturales
    3. conocimientos enciclopédicos
    4. conocimientos temáticos

He visitado dieciséis países europeos, la mayoría de ellos más de una vez. He compartido muchísimos momentos con gente de nombre Zeynep, o Tomasz, o Wojteck. Estoy familiarizado con las gentes y la cultura de los países de Europa porque la he vivido de primera mano. Y además de conocer Europa tambien conozco el ámbito organizacional de una oenegé porque, no se olviden, detrás de la estructura de AEGEE se esconde la asociación interdisciplinaria más grande de Europa, con más de quince mil miembros. He asistido a talleres sobre integración europea, pero también de medioambiente, de lenguas como el turco o el letón, de recursos humanos, o del arte de contar cuentos y cómo implementarlo en mis discursos orales. Sé poner en un mapa lugares como Dnipropetrovsk, Eskisehir o Nijmegen y sé pronunciar esos nombres. Puedo hacer informes de cuentas e informes de actividades y conozco, al menos, capital, moneda y algún trocillo de alguna canción típica de la gran mayoría de los países de Europa. ¿Competencia extralingüística? Creo que sí.

3) Competencia de transferencia (saber recorrer el proceso traductor)

Traduzco en AEGEE toda la documentación a nivel local del español al catalán y viceversa. Todos los proyectos se envían a Europa en inglés y a veces en francés, lo que significa que, de entrada un proyecto redactado implica dos traducciones como mímino. Eso me habrá dado experiencia respecto a esta competencia, ¿no? Creo que sí.

4) Competencia instrumental y profesional
    1. conocimiento y uso de fuentes de documentación de todo tipo
    2. conocimiento y uso de las nuevas tecnologías
    3. conocimiento del mercado laboral y del comportamiento del traductor profesional

Trabajo con sedes de AEGEE que están en la otra punta de Europa. Uso Skype para mis reuniones. Dropbox para compartir archivos, Typewithme para reuniones de trabajo, Excel para los informes de cuentas que hay que rendir a Europa, oigan, Gmail para la comunicación diaria, escribo en el blog de mi sede y participo en tantas listas de distribución que no se lo creerían si se lo dijera. Creo que puedo moverme con esto de las nuevas tecnologías aunque, y eso es bien cierto, no toco CAT y esas cosas. Aun así, puedo trabajar en equipo sin vernos las caras y nadie sufre en este juego sangriento.
5) Competencia psicofisiológica
    1. facultades cognitivas de memoria y atención
    2. actitudes psicológicas (curiosidad intelectual, perseverancia, rigor, espíritu crítico, conocimiento y confianza en las propias capacidades)
    3. Habilidad para desarrollar procesos de creatividad, razonamientos lógicos, análisis, síntesis

Presido sesiones plenarias delante de ochocientas personas, y lo hago en inglés. Decido sobre talleres de formación, redacto la orden del día en los eventos estatutarios. Presido sesiones de cambios jurídicos en los estatutos de la asociación. Y si me piden interpretación puntual al francés (la otra lengua oficial de AEGEE) la doy. Soporto la tensión, los nervios y tiro para adelante con los cañones, como Juana de Arco. Doy charlas y talleres varios. Fijo plazos y me fijan plazos, y sabe Dios sabe que se cumplen, los unos y los otros. Dedido sobe desavenencias puntuales, micrófono en mano y audiencia juzgando enfrente. Sopeso, valoro, apuesto. Trabajo en equipo, a nivel local y europeo. Soy responsable con mi trabajo y demuestro un interés extra que podría estar dedicando a aprender a hacer encaje de bolillos o a ver la televisión.
6) Competencia estratégica (procedimientos individuales, conscientes y no conscientes, verbales y no verbales, internos y externos, utilizados para resolver los problemas encontrados en el desarrollo del proceso traductor)

Esto no se explota, sino que se gana poco a poco y de forma inconsciente, osea que no les puedo decir.

Visto lo cual, sigo diciendo que AEGEE ha sido el gran complemento de formación en mis estudios de TeI, y que la educación no formal es un complemento más que útil. Y encima me lo he pasado, y me lo estoy pasando, tan tan bien, y he conocido a tanta gente magnífica que... en fin.

Y ustedes ¿qué opinan?


   Gentes de AEGEE-Academy (recursos humanos) después de una reunión

[10 de marzo] P.S. Por favor no se tomen este post como un qué divino soy y cuántas cosas hago, porque no es ésa mi intención. Me he puesto a mí mismo como ejemplo como podría haber puesto a cada una de las personas que aparecen en la foto de arriba, por decir algo. Sin embargo hablaba del impacto de la educación no formal en TeI y no en Biología y Veterinaria (Miguel, el primero por la izquierda) o en Lingüística (Muriël, justo al lado de Miguel). De hecho en estos momentos ni me dedico a la traducción (ya quisiera), osea que ya me dirán ustedes... :-)

Sobre la educación no formal




Señores, esto de re-belle es como la comida china: que no como habitualmente pero el día en que voy al restaurante como como si no hubiera mañana. Pues esto es igual: o no escribo, o hago cinco posts uno detrás del otro.

Hoy vengo a hablarles de la columna vertebral de toda mi vida universitaria, que, aunque pueda parecerles raro, no se sitúa dentro de la universidad sino fuera de ella. Vengo a hablarles de AEGEE.
De hecho les escribo enfermito y todo ya que la semana pasada tuvo lugar la Junta de Comités Ejecutivos del Foro Europeo de Estudiantes (AEGEE) en la coqueta localidad de Riga, y allí que estuve yo presidiendo las sesiones plenarias ante cuatrocientas personas, persona arriba, persona abajo. No se lo he dicho, pero en mis ratos libres soy Vice-Chairman de AEGEE.

Y, al acabar, feliz cual almeja, me dio por pensar el cómo había llegado yo hasta ahí. Y la respuesta es clara: la educación no formal.

Parto en cualquier caso, si es que a alguien le intersea, del concepto de que la educación es un proceso que nunca acaba, algo que se matiza, se desarrolla y se practica a lo largo de toda una vida y que es común a todas las disciplinas.

Existen, pues, tres fuentes de educación claras:

Educación formal, que se podría definir como el aprendizaje ofrecido normalmente por un centro de educación o formación, con carácter estructurado (según objetivos didácticos, duración o soporte) y que concluye con una certificación. El aprendizaje formal es intencional desde la perspectiva del alumno. Ejemplo de ello, mi licenciatura en Traducción e Interpretación.

Educación informal, que sería el aprendizaje que se obtiene en las actividades de la vida cotidiana relacionadas con el trabajo, la familia o el ocio. No está estructurado y normalmente no conduce a una certificación. El aprendizaje informal puede ser intencional pero, en la mayoría de los casos, no lo es (es fortuito o aleatorio), igual que cuando aprendí, en una fiesta letona, que si digo “palies smuka” a la chica de la barra le estoy diciendo “gracias, guapa”. Pues eso.

Educación no formal, que no es otra cosa que el aprendizaje que no es ofrecido por un centro de educación o formación y normalmente no conduce a una certificación. No obstante, tiene carácter estructurado (en objetivos didácticos, duración o soporte). El aprendizaje no formal es intencional desde la perspectiva del alumno, como el trabajo que hace AEGEE.

Desafortunadamente en España la educación no formal no tiene ningún impacto en el futuro laboral de las personas. Hacemos las cosas porque queremos y porque sabemos que no va a haber recompensa ni académica ni profesional. Y es una pena, oigan.

Y sin embargo, en los últimos cinco años con AEGEE, primero en la junta local y ahora a nivel europeo, he hecho un sinfín de actividades que me han enriquecido como persona, sí, pero también como profesional en traducción. Y si no se lo creen, en mi próximo post les hago un desglose de competencias, que no me cuesta nada.

El señor Shigeru Aoyagi, jefe de la Sección de Alfabetización y Educación no Formal de la UNESCO, lo tiene muy claro cuando dice al respecto:

“Pensamos que la educación no formal tiene un potencial enorme en los sistemas de aprendizaje o sistemas educativos del futuro para desarrollar una enseñanza centrada en el discente y hecha a su medida.”

Y qué quieren que les diga, yo estoy de acuerdo con él.

Creo que ya va siendo hora un poquito de reconocer el valor de la educación no formal en el currículum de las personas humanas.

De hecho, en un mar lleno de titulados universitarios, todos en paro, oigan, reivindicar la educación no formal es marcar la diferencia entre la masa y el pequeño número personas más que preparadas que no se ha limitado a aprobar sus asignaturas y vivir la vida: me refiero a la gente que ha decidido dar un paso y comprometerse; ahí está la diferencia.

viernes, 18 de febrero de 2011

Traducción y compromiso social

Me encanta la voz de la doctora Baker.

...y las que lo podrían lograr

Candidato, ta
(Del lat. candidātus).
Persona que pretende alguna dignidad, honor o cargo
Persona propuesta o indicada para una dignidad o un cargo, aunque no lo solicite

Señores, ésta es la continuación de otro post sobre las mujeres que lograron convertirse en académicas de la Real Acedemia Española.

Como ya les he dicho, ahora mismo hay tres vacantes en los sillones del español; a saber, la e, la n y la Z. Siguiendo con esto de las mujeres que podrían tomar el relevo y convertirse en estandarte de la lengua española, les presento a dos candidatas de ésas cuyos nombres se empiezan a escuchar por aquí y por allá:



Clara Janés, escritora y traductora. Cultiva la poesía, la novela, la biografía y el ensayo y se distingue como traductora, particularmente de la lengua checa y de la obra poética de Vladimír Holan y Jaroslav Seifert. En 1997, recibe el Premio Nacional de Traducción por el conjunto de su obra, y en el año 2000, la Medalla del Mérito de Primera categoría de la República Checa por su labor como traductora y difusora de la literatura de dicho país.




Adela Cortina, filósofa. Es catedrática de Ética de la Universidad de Valencia y directora de la Fundación ÉTNOR para la ética de los negocios y las organizaciones. Entre los reconocimientos más recientes a su labor se encuentran el nombramiento como Miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, siendo la primera mujer que entra a formar parte de esta institución y la investidura como Doctora Honoris Causa por la Universitat Jaume I de Castellón.


Miren ustedes por donde que sin comerlo ni beberlo la una me es traductora y la otra Honoris Causa por mi querida uji.


Ahora la pregunta es ¿qué tres académicos apoyarán esas candidaturas?


¿Algún favorito o favorita para los sillones Z-e-n? Ya me lo dicen, pues.

Las que lo lograron...

Sepan, antes que nada, que la primera mujer que intentó ser académica de la RAE fue la poetisa Gertrudis Gómez de Avellaneda, quien en 1853 se propuso ocupar el sillón dejado vacante por Juan Nicasio Gallego. Desarrolló una intensa campaña epistolar buscando apoyos, pero sólo logró la indiferencia de la Academia.

Luego vinieron otras, también muy preparadas, e igualmente se quedaron con las ganas de pertenecer a la RAE: Concepción Arenal, Fernán Caballero (Cecilia Böhl de Faber), Blanca de los Ríos y Concha Espina. Todas mostraron interés público por la labor de la RAE.

Pero sólo unas cuantas lo lograron y franquearon las puertas de la dicha Academia. Echemos un vistazo, pues, a las académicas que, durante los casi tres cientos años de la institución, honraron con sus conocimientos a la lengua española:

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María Isidra Quintina de Guzman y de la Cerda, conocida como “la doctora de Alcalá”. Por orden expresa del rey Carlos III se le nombró académica de la Real Academia Española. Lo divertido es que ése fue el único día en que esta señora pisó la RAE. Su discurso se tituló “Oración del género eucarístico”.

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Carmen Conde Abellán, escritora . Elegida para ocupar el sillón con la letra (K) de la RAE, en el año 1978. Pronunció su discurso de ingreso el 28 de enero de 1979, ¨Poesía ante el tiempo y la inmortalidad¨.


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Elena Quiroga de Abarca, escritora. Elegida para ocupar el sillón con la letra (a) de la RAE, en enero de 1983. Con la novela "Viento del Norte" en 1950 obtuvo el Premio Nadal. Su discurso, leído el 8 de abril de 1984 se tituló “Presencia y ausencia de Álvaro Cunqueiro”.

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Ana Maria Matute Ausejo,
escritora. Elegida para ocupar el sillón con la letra (K) de la RAE, el 27 de junio de 1996. Tomó posesión el 18 de enero de 1998 con el discurso titulado “En el bosque”. Es una de las voces mas personales de la literatura española del siglo XX y es considerada por muchos como la mejor novelista de la posguerra española.

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Margarita Salas Falgueras, científica. Elegida para ocupar el sillón con la letra (I) de la R.A.E., el 20 de diciembre de 2001. Tomó posesión el 4 de junio de 2003 con el discurso “Genética y Lenguaje”. Profesora de Investigación en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa.


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Carmen Iglesias Cano, catedrática de historia. Elegida para ocupar el sillón con la letra (E) de la R.A.E., el 13 de abril de 2000. Tomó posesión el 30 de septiembre de 2002 con el discurso “De Historia y Literatura como elementos de ficción”. Pertenece también a la Real Academia de la Historia desde 1989. Fue tutora de la infanta Cristina en 1984 y luego fue preceptora del príncipe Felipe, al que ilustró en cuestiones históricas. Premio Nacional de Historia de España en 2000.

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Inés Fernández- Ordóñez, filóloga. Elegida para ocupar el sillón con la letra (P) de la RAE., en diciembre de 2008. Es directora del Corpus Oral y Sonoro del Español Rural. En febrero de 2011 pronunció su disurso “La lengua de Castilla y la formación del español”.

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Soledad Púertolas Villanueva, escritora. El 28 de enero de 2010 fue nombrada académica de la Lengua para ocupar el sillón con la letra (g), tras haber resultado elegida en la tercera ronda de votaciones. Su discurso se tituló: “Aliados: los personajes secundarios de El Quijote”.

Y poco más, aquí les dejo. Aún queda un post más sobre las mujeres y la Real Academia Española. Próximamente.

Lingüística falócrata



Llevo tanto tiempo esperando este post, que no sé cómo empezarlo. Verán, muchas feminazis me llaman cosas, sin ser yo nada de eso. Todo esto viene de un post antiguo sobre los estudios feministas de traducción y, ustedes saben, cría fama y échate a dormir. Pero nada más lejos de la verdad.

Hoy vengo a hablarles de mujeres y de la Real Academia. Déjenme que empiece con unas declaraciones de nuestra nueva académica Inés Fernández-Ordóñez:

"No creo que la ausencia o presencia femenina haya tenido o tenga repercusión en el tratamiento de cuestiones lingüísticas. Las mujeres aportarán a la Academia lo mismo que los hombres: su saber sobre la lengua y la literatura españolas. Muchas tienen méritos sobrados en esos campos, por lo que resulta difícil explicar por qué se ha demorado tanto su incorporación”

MENTIRA

La Real Academia Española se fundó en 1713. De hecho de aquí a un par de años celebraremos su aniversario número trescientos, ni cortos ni perezosos.

La iniciativa del asunto la tuvo Juan Manuel Fernández Pacheco con el propósito de «fijar las voces y vocablos de la lengua castellana en su mayor propiedad, elegancia y pureza». Vale.

El objetivo era fijar el idioma en el estado de plenitud que había alcanzado durante el siglo XVI y que se había consolidado en el XVII. Se tomaron como modelo para su creación la Accademia della Crusca italiana (1582) y la Academia francesa (1635). Su creación, con 24 sillones, fue aprobada el 3 de octubre de 1714 por Real Cédula de Felipe V, quien la acogió bajo su «amparo y Real Protección».

Desde entonces, más de mil, repito M-I-L hombres han pasado por las butacas de la RAE. ¿Saben ustedes cuántas mujeres? Ocho.

Este panorama anacrónico y del todo incomprensible que vivimos, ahora sobre todo que la RAE se vanagloria de tanta era digital etcétera, queda supuestamente legitimado por las palabras que mencionábamos arriba de la nueva académica.

Y, digo yo, ¿es que no hay filólogas, ni escritoras, ni investigadoras, ni filósofas o científicas del lenguaje con conocimientos y categoría semejantes a las de los hombres que nos representan? ¿De verdad?

Porque a mí se me ocurren nombres así como María Moliner, la Pardo Bazán, Carmen Laforet, María Zambrano, Clara Janés (que además traduce) y muchas otras. No sé. Igual soy yo.

Como yo lo veo, al excluir a las mujeres de tan digna posición se nos priva a los demás de la particular mirada de la mujer sobre la compleja realidad actual, empobreciendo por esta ausencia de lo femenino la labor que lleva a cabo la Real Academia Española.

Señores, que es que estamos dejando fuera a la mitad de la población, con su mundo y conocimientos particulares. ¿Estamos locos?

En estos momentos hay tres sillones vacantes en la RAE. Tres: la Z de Franciso Ayala, la e de Miguel Delibes y la n de García-Yebra.

Ya veremos quién se los queda.