jueves, 22 de abril de 2010

A la seño vas


No sé si saben que vivo con otros tres traductores wannabe. Bueno, está Mireia, cuya ambición es abrir una tienda de discos en Inglaterra, pero que si quisiera podría ser una traductora más que competente. Luego están Sergio y David. Si les soy sincero, echaré mucho de menos a Mireia, creo que ni ella sabe cuánto, cuando se haya ido a vivir allá. A Sergio y a David también, no se crean, pero es que a Mireia la conozco ya desde hace ocho años y me da miedo que se vaya para siempre.
Hoy vengo a hablarles de David, que ha hecho de la creación de un Colegio Oficial de Traductores e Intérpretes su cruzada personal. Es guay que haya gente con unos ideales tan claros. Yo también los tuve en su momento, créanme, antes de darme al champán y a la frivolidad más absoluta.

La cosa es que tener un Colegio de Traductores e Intérpretes sería el paso decisivo hacia la normalización y presencia pública de nuestra profesión en todos los sectores de la sociedad. No sé, a veces pienso que la gente sigue sin tener claro qué somos y qué hacemos, ¿no creen?

A través de Facebook David ha creado un grupo que cuenta con cientos de seguidores por la creación del Colegio. Y nada. Nada porque la acción, como yo le digo a David cada vez que saca el tema, no puede venir únicamente de los traductores wannabe, sino que es la profesión al conjunto la que debe luchar para conseguirlo. Todos.

Y la verdad es que la gente de arriba parece que no está muy por la labor de crear dicho Colegio. Lo que me hace preguntarme ¿Por qué? ¿Es porque ellos ya se han posicionado (y apoltronado) en el mundo de la traducción de tal modo que no necesitan luchar por la profesión en conjunto? ¿Es porque la mayoría de ellos no son verdaderos traductores sino que vienen de otras ramas del conocimiento humano? No lo sé.

Si fuera la primera opción, entonces no entiendo cómo no quieren esforzarse por el reconocimiento público de la profesión. Es genial que te vaya bien la vida, colega, pero un Colegio conllevaría mucho más que beneficio directo personal. Un Colegio supondría la erradicación del intrusismo profesional, el establecimiento de tarifas mínimas para luchar contra la competencia desleal a veces fruto de ese mismo intrusismo...

Si es la segunda opción, bueno, los estudios reglados de TeI en España son muy recientes en comparación con la traducción en sí, y muchos profesionales de la traducción se han formado en otras disciplinas para acabar ejerciendo nuestra profesión. Y estoy seguro de que lo harán genial, porque la experiencia es un grado para todo. Y digo: ¿entonces por qué no aceptar a esos traductores de facto en nuestro supuesto Colegio si pueden probar una cierta experiencia en el sector? ¿No estarían también ellos motivados de cara a la creación del Colegio?

Yo le he propuesto a David que se ponga en contacto con los organizadores del ENETI 2011 para que le dejen presentar sus ideas delante de estudiantes y profesionales de la TeI de toda España. Hay que tener una motivación enorme y unas ganas tremendas para hacer lo que David se propone a hacer. Ahora bien, les digo una cosa, si hay alguien que puede hacerlo ése es David.

Se lo prometo, y disculpen mi inocente opinión. La foto es suya, por cierto.

1 comentario:

Mireia dijo...

Aww Robertooo, aunque esté en Inglaterra no estaré "lejos", ¡si no hay nubes malvadas por el medio, estaré a dos/tres horas como mucho! Y gracias por el cumplido.
¡¡Colegiémonos ya!!