viernes, 2 de abril de 2010

Te lo juro

Mi amiga Silvia, de la que ya he hablado, hizo sus prácticas de final de carrera con Josep Peñarroja, portavoz de la Asociación de Traductores e Intérpretes Jurados de Barcelona. Pues miren ustedes por dónde que hoy me he levantado con un artículo bien interesante de El País en el que Peñarroja se explaya, y con toda la razón.

Resulta que un indeseable de nombre Mohamed Brahim, traductor jurado habilitado por el Ministerio de Exteriores (combinación árabe-español, supongo) ha estado haciendo su agosto hasta que la asociación de la que Peñarroja es portavoz ha dado la voz de alarma. Me explico.

Resulta que Brahim, profesional donde los haya, ha estado delegando aquello de traducir y de jurar a unos cuantos amigos suyos por toda España. Como sabrán, la habilitación como traductor jurado es personal e intransferible, pero Brahim, ese hombre, no atiende a esas menudencias y delega en gente sin habilitación, y sin preparación alguna. Claro, luego le denuncian y se queja, y arguye que si es que es moro, que si le tienen manía y le persiguen. Viva.

Cuando le preguntan que cómo es que puede traducir tanto y tan rápido, porque recordemos que ÉL y solamente él tiene que hacer el trabajo, comenta que es que “trabaja con internet y se ha modernizado mucho”. Claro que sí, hombre, claro que sí. Y que es que él “revisa todas y cada una de las traducciones que se entregan, porque él el ordenador lo lleva siempre consigo”. Total, con dejar folios firmados en cada una de sus franquicias nos sirve ¿no?

Y Peñarroja le contesta: No.

Si es que cómo somos los españoles de racistas. No puede ser. Tendríamos que hacer como Brahim todos y modernizarnos un poco, que se ve que los demás esculpimos nuestras traducciones en piedra y por eso tardamos tanto.


viernes, 22 de enero de 2010

Jakobson, Cabré y los sinónimos


Jakobson (1959) hablaba de tres tipos de traducción. A saber:
-traducción interlingüística, o traducción propiamente dicha. Es la que se da entre sistemas lingüístico-culturales diferentes. (perro-chien)
-traducción intralingüística o reformulación. Es la que se da dentro del mismo sistema lingüístico-cultural (por ejemplo, en traducciones diacrónicas, o por cambio de registro)
-traducción intersemiótica. Es la que se da entre sistemas semióticos diferentes (por ejemplo, una señal de STOP y su significado)
Bueno, pues va y resulta que María Teresa Cabré, que ha entrado con fuerza en mi vida por la asignatura de Terminología, propone la misma clasificación cuando habla de sinónimos. Ahora bien, ¿nos parece bien entender como sinónimos un ejemplo de sinonimia interlingüística o intersemiótica? ¿qué me comentas?
Jakobson llamaba “traducción” a ejemplos de los tres tipos , aunque reconocía que sólo la traducción interlingüística era la verdadera traducción. Entiende en todo caso la traducción como un acto comunicativo demasiado amplio ¿no? Visto así toda interpretación de signos posible sería un ejemplo de traducción.
Y rizando el rizo: ¿no es la sinonimia interlingüística un ejemplo de traducción interlingüística? ¿y la sinonimia intersemiótica, traducción intersemiótica? ¿hablan de lo mismo?
Sin embargo, mientras Jakobson reconoce que la traducción que nos interesa es la interlingüística, Cabré sigue con todo el equipo para alante. Como Juana de Arco y los cañones. Maria Teresa, cielo, decir que perro y chien son sinónimos me estresa, si te soy sincero. ¿No podemos hacer como otros terminólogos y aceptar como sinonimia sólo la intralingüística?
Pues eso. Pórtense bien.
Les dejo con una foto de Cabré, que luego, al conocerlos por sus apellidos, no sabemos si son hombres, mujeres o viceversa:

sábado, 16 de enero de 2010

La vida secreta de las palabras

No hay nada que pueda medir el poder que oculta una palabra. Podremos contar sus letras, lo que ocupa en un papel, los fonemas articulados con cada sílaba, su ritmo... Y sin embargo, el trasfondo verdadero de las palabras, el que contiene su capacidad de seducción, se desarrolla en los lugares más recónditos del ser humano.

Si hay algo que discutimos en clase de traducción es el hecho de si cualquier persona puede traducir. Hemos tocado en parte la traducción natural (por cierto, no olvido que les debo una continuación de las ideas de Schlesinger), hemos hablado de Hurtado y las competencias de un traductor, y ahora hablaremos de la propia vida de las palabras.

Las palabras tienen una historia, una etimología, pero también una vida propia. Las palabras evocan significados ocultos que incluso cuando las pronunciamos no somos conscientes de su existencia. Pero allí están.

Me comentaba mi amiga Silvia, intérprete profesional, que haciendo su master no podía competir con las bilingües alemanas que podían prever el verbo al final de las frases y de ese modo adelantarse al mismo ponente. Lo mismo pasa con los niños, que conocen la lógica de su lenguaje, asumen concordancias y conjugaciones y se aventuran en frases del todo lógicas como “no cabo” o “se me ha rompido”.

Igualmente los niños interiorizan los significados de las palabras y, al mismo tiempo, afianzan matices de toda su historia y de todas las personas que las han usado. Las palabras evocan, y cualquier definción de diccionario se queda siempre corta porque no puede captar todo lo que esa palabra lleva detrás y que nosotros, como hablantes nativos, tenemos más que interiorizadas en alguna parte de nuestro subconsciente.

¿Podríamos decir entonces que no hay sinónimos? Miremos madre y mamá; no es lo mismo. Miremos empezar y comenzar, y démonos cuenta de que nunca diríamos “Niño, no comiences...” sino “Niño, no empieces...” ¿Por qué? Porque sí, y punto. No hay más. (viva la psicolingüística).

Dejen comentarios y rebatan, que para eso les pago.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Alakrana, o el papel del intérprete

Miren ustedes si el mundo da vueltas. Ayer nos levantamos con la liberación del Alakrana, la embarcación de bandera española secuestrada por piratas somalíes desde hacía ya más de cuarenta días; y hoy va y el embajador de España en Kenia nos confiesa que si el secuestro ha podido llegar a buen puerto es por... WAIT FOR IT... sí, por su intérprete.

Resulta que hasta este momento habían estado negociando con el intérprete de los piratas, hasta que el embajador insistió en aportar él mismo UNA intérprete de confianza. Según sus propias palabras, publicadas en el diario Público:

"No me fiaba de lo que les transmitía a los piratas su traductor, que es el que estábamos usando. Por ello impuse a mi traductor. En la primera conversación telefónica los piratas me insultaron, me pusieron verde. Les dije: miren, esto es lo que hay. Al final, el problema es que mi traductora era una mujer, y eso, en una sociedad tan machista", ríe Martín Cinto.

Según el embajador, la labor de Amina, "una profesional de mi total confianza", ha sido fundamental para la resolución del secuestro del Alakrana. "No sólo era traductora, sino también un poco psicóloga. Ella detectaba los distintos tonos de voz de los secuestradores y por cómo decían las cosas sabía quién mentía y de quién nos podíamos fiar. Eso ha sido decisivo. Porque aquí todo el mundo intenta engañarte", explicó Martín Cinto a Público por teléfono desde Nairobi.

Fíjense en el dato de que era un poco psicóloga. Ummm, parece que la supuesta invisibilidad e imparcialidad del intérprete vuelve a ponerse en entredicho... por eso, próximamente, hablaremos de la genial Miriam Schlesinger y su: The Honest Spokesperson revisited

A más ver

domingo, 15 de noviembre de 2009

Traducción natural

Hola. Ya os he comentado que las jornadas de este año de la universidad Jaume I me han motivado mogollón. Bien, pues ahora, después de las mismas, voy a reflexionar sobre uno de los puntos centrales que ha abordado la conferencia: la traducción natural.

¿Qué es la traducción natural? ¿Y tú me lo preguntas? La traducción natural es, sin ir más lejos, el fenómenos que se da en una persona que es capaz de traducir entre dos lenguas sin haber recibido formación alguna al respecto.

¿Dónde observamos esto? Pues a día de hoy en todas partes del mundo. Sea por influencia de movimientos migratorios, del turismo, o de la coexistencia de más de una lengua autóctona en un mismo territorio, vemos claramente que el bilingüismo, y que el hecho de que una persona conozca más de una lengua, es la regla y no la excepción. Partiendo de esta base se justifica el estudio de la traducción natural como instrumento de mediación lingüística y cultural en cualquier lugar del mundo.

De hecho me atrevería a decir que el estudio de la traducción natural debería ser abordado por los expertos en Traductología mucho antes que la tradución literaria o cualquier otro tipo de traducción por ser ésta innata en el ser humano, pura a efectos cognitivos.

Ahora bien, como Pöchhacker afirmaba, existen tres acercamientos hacia la traducción natural:

- el abiertamente positivo (el bilingüe es capaz de aplicar desde los 6/7 años una habilidad innata de transferencia lingüística basada, en un primer momento, en la sinonimia y la paráfrasis y que puede dar de él un traductor/intérprete profesional)

- el completamente negativo (un bilingüe nunca puede llegar al grado del traductor porque éste último tiene un bagaje y unos conocimientos básicos sobre la profesión que un bilingüe nunca tendrá -recordemos las competencias propuestas por el grupo PACTE en general, y las competencias de transferencia y profesional en particular)

- el que sonríe pero es escéptico, como me pasa a mí.

Personalmente la traducción natural me produce simpatía, y es un hecho real que nadie puede poner en duda. Los estudios con niños sobre el fenómeno de la traducción natural me parecen fascinantes (los estudios de Claudia Angelelli que se presentaron en las jornadas, por ejemplo). Ahora bien, creo que la profesión del traductor o intérprete no se basa únicamente en la capacidad de dominar dos o más lenguas. Quiero creer que se necesita de una sensibilidad especial, una habilidad de transferencia que hace que nuestra profesión tenga un sentido en sí misma; toda una serie de conocimientos y habilidades relacionados con el ejercicio de la traducción profesional, como el mercado laboral y comportamiento del traductor profesional, el uso de fuentes de documentación de todo tipo... que sean necesarios para que la traducción llegue a buen puerto. Vamos, digo yo.

Pero claro, por otra parte sí creo que una persona d0tada de esa competencia bilingüe expuesta de forma continuada a un contexto de interpretación o de traducción, por ejemplo, sí pueda llegar a tener el mismo nivel de profesionalidad que cualquier intérprete o traductor con formación. Y esto podemos verlo, por ejemplo, en las traducciones de software libre o en los fansubs, entre otros. (no hablo de maestría, sino de profesionalidad, que hay muchos traductores profesionales poniendo diciembre con mayúscula)

No sé, estoy confundido. ¿Sugerencias?

Interpreting... naturally


Hace un año que no escribo. Básicamente en ese año me he dedicado a vivir en la isla Esmeralda y a poco más. Hasta aquí todo lo que necesitamos saber de por qué llevo un año sin pensar em el blog.

Sin embargo.... el pasado jueves 12 de noviembre participé en las X Jornadas de Traducción e Interpretación que organiza la prestigiosa universidad Jaume I. La organización fue magnífica; los ponentes, brutales; y los almuerzos que nos daban, correctos. Así que aquí van mis impresiones sobre las jornadas:

Las jornadas en cuestión se han celebrado en honor a Brian Harris.

Brian Harris es un hombre majísimo, o por lo menos la única vez que yo me acerqué y le hablé me trató de igual a igual, haciéndome incluso preguntas y valorando mi opinión sobre temas en los que él mismo podría dar claes magistrales. Para los que no le conozcan haré un brevísimo resumen de su vida.

Harris es un señor inglés que, después de investigar durante años y años sobre la traducción automática, durante los años 70 se pasó a la investigación sobre la traducción natural y la interpretación de conferencias. La idea de Harris en cuanto a la traducción natural se basa en que todos los seres humanos comparten una capacidad intuitiva e innata para traducir que es co-extensiva con el bilingüismo a cualquier edad, independientemente de los conocimientos lingüísticos de la persona. Ahí queda eso...

Obviamente la propuesta suscitó una gran controversia y a día de hoy se siguen planteando estudios y estudios sobre el mismo tema.
El objetivo de las jornadas era reunir a los enfoques seminales y el estado de las investigaciones más recientes sobre la interpretación, a modo de homenaje a las contribuciones de Brian Harris a la Traducción y a la Interpretación a nivel didáctico, descriptivo y aplicado.
Las jornadas... una maravilla, señores. Mi más sentida enhorabuena a las organizadoras, que no ha sido nada fácil.