martes, 18 de enero de 2011

El Senado de Babel



Les contábamos hace algún tiempo ya que el Senado había abierto sus puertas a las lenguas autonómicas del Estado, pero no ha sido hasta hoy que hemos podido oír en primera persona a un senador expresándose en su propia lengua.

En el primer pleno del Senado de 2011, hoy mismo, a las ocho o así, Ramón Aleu presentaba una moción sobre el fracaso escolar en España en idioma catalán, y empezaba su intervención con un:

"Gracias señoras y señores senadores por hacer posible que podamos expresarnos en lenguas distintas del castellano"

Pues eso.

Detrás de él, la senadora gallega María José Sáinz metía el dedo en la llaga hablando en castellano para decir, que aunque ama Galicia y ama su lengua, se expresaría en castellano por ser lengua común a todos los senadores y por tratarse de un asunto común a toda la nación española.

De esto yo ya hablé aquí (respecto al tema del Senado) y aquí, para ponerles en antecedentes. Y he de decirles que mi opinión ha cambiado por completo. Total.

En total, y el total es lo que cuenta, el Senado ha contratado dos intérpretes de vasco, otras dos de gallego y tres de catalán.

Y pese a mi primer post, hoy vengo a traerles buenas nuevas que desautorizan lo que dije en su momento. Como ven, donde dije digo digo Diego, porque la interpretación en el Senado no cuesta ni un duro extra, porque simplemente han reordenado el gasto.

Ni un euro extra, lo repito. En 2011 el presupuesto de la Cámara Alta asciende a 55.143.210 euros frente a los 59.117.280 euros del año pasado. O sea, un 6,72% menos y con la interpretación de por medio.

De esos 55,1 millones, se reservan 350.000 euros para interpretación y traducción: unos 250.000 para el pleno y 100.000 más para la Comisión General de las Comunidades Autónomas, donde ya estaba permitido emplear los otros idiomas del Estado desde 2005. En conjunto, la partida para las lenguas cooficiales supone sólo un 0,63% del gasto de la Cámara. Ni el 1%.
El empleo de los idiomas cooficiales no ha subido el coste de la Cámara. FACT.

Y yo doy gracias porque el post al que les remitía antes no me gusta nada en absoluto. Al contrario, creo que es un derecho, avalado además por la Constitución, en su artículo 3.3, el concebir las lenguas del Estado como una "riqueza", un "patrimonio cultural" que merece "respeto y protección". Y la mejor forma de hacer que todo eso se ponga en práctica es aceptando esas lenguas en la Cámara alta.


Y yo que me alegro, oigan.

ACTUALIZACIÓN 19 DE ENERO. Miren los presupuestos generales de 2010 (página 33 del tomo 1) y de 2011 (página 24 tomo 1) y podrán comprobar lo que digo ustedes mismos. Un beso.

3 comentarios:

ginersito dijo...

A mí ya me extrañó aquel post tan reaccionario, más que nada porque estaba muy alejada de tu línea habitual de discurso y de tus intereses como traductor/intérprete. Pero rectificar es de sabios.

Ayer les enseñé a mis alumnos avanzados la expresión «Donde dije digo, digo Diego» y me costó ejemplificarlo, pero aquí hay un muy buen ejemplo.

Rob* dijo...

¿En serio te extrañó? ¿Y eso? La verdad es que en su momento pensaba que sería una idea --la del coste cero-- que no podría implementarse. Pero se ha demostrado que sí, y yo me quito el sombrero.

Mireia dijo...

T'estime ♥