Hoy vengo a hablarles de un congreso en que estuve la semana pasada: en IV Congreso internacional sobre TeI en los Servicios Públicos (en la Universidad de Alcalá de Henares). Resulta que desde el Piticli 2011 tanto a Marta como a un servidor pues como que nos había quedado la cosica de hacer algo más así como de la traducción, y a raíz de la doctora Borja, que es un sol de mujer, pudimos participar y realizar una comunicación en el congreso.
La verdad es que estuvo genial, y, durante tres días, pudimos asistir a comunicaciones y sesiones plenarias muy interesantes todas. Nuestra comunicación, que tuvo lugar el jueves después de comer, versó sobre el proyecto del grupo Gentt del que ya les he venido hablando otros días. De todos modos yo se lo esbozo nuevamente, que no pasa nada:
Ustedes sabrán que, gracias al trabajo personal de Ann Corsellis, el Reino Unido cuenta a día de hoy con un registro público de intérpretes judiciales. ¿Y en España?, dirán ustedes. Pues en España nada de nada, oiga: ni para traductores ni para intérpretes, ni para toreros. Lo mismo da.
Además cada CCAA hace un poco lo que le viene en gana: hay traductores judiciales que trabajan como funcionarios de grupo 1, otros no, hay traductores judiciales que tienen un fax en la oficina, otros que tienen que bajar a Penales para mandar uno (-vivido en carnes propias-). Vamos, un desorden de esos que para qué contar.
Encima los traductores judiciales, que se ve que su trabajo es fácil, reinventan la rueda una y otra vez porque, aunque sus textos son mucho más fácilmente sistematizables, aquí nadie guarda nada, ni reutiliza, ni aprovecha.
Claro, con la experiencia estos traductores se convierten en superhombres pero ¿y el que llega nuevo?
La comunicación que presentamos pretendía, y pretende, atajar ese problema y unos cuantos más tanto con la creación de un censo de traductores judiciales como con el desarrollo de una herramienta electrónica de gestión de la información en la que se incluya, además de un corpus de géneros judiciales, glosarios fraseológicos y terminológicos, plantillas, macroestructuras textuales, contextualizaciones del género en cuestión, y mucho más, no se vayan a creer.
Creo, y esto es una opinión personal, que la comunicación salió bien. Yo al menos quedé contento. Y además nos interpretaron al inglés, oigan, e incluso tuve la oportunidad de charlar con la chica que jugó con mis palabras en lengua inglesa. Todo un honor.
Y el congreso en general, fantástico. Carmen Valero, su organizadora, genial en todo momento; y un grupo de ponentes y asistentes dispuestos a compartir experiencias e ideas con nosotros. Próximamente les contamos más cosas, como las comunicaciones que nos parecieron más importante o la gente que conocimos por allá.
Y sí, lo que ven en la imagen es el logo de la Universidad de Alcalá. Y si, ven un ovni flanqueado por dos cisnes. No seré yo el que diga algo.
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